Hace una semana, la gente de TEMO estaba disfrutando de un buen día de “team building”, que consistía en juntarse, darse un descanso después de tantos meses yendo a toda velocidad y pasar un buen rato juntos antes de culminar con un fin de año de lo más ajetreado.

¡Nada mejor que un paseo en barco! En primer lugar, porque estamos en TEMO (recuerde que nuestro eslogan es “la llamada del océano”) y, luego, porque un velero cumple todos los requisitos de una actividad de equipo: tomamos un poco de aire fresco, compartimos maniobras y pasamos tiempo juntos en un espacio reducido que favorece la interacción.

Salimos rumbo a la isla de Houat partiendo del puerto de Crouesty, a bordo de un bonito velero de 32 pies, en una excursión de un día con escala en tierra para aprovechar nuestro motor eléctrico para embarcaciones auxiliares. ¡Sumemos nuestros productos al placer!

Tenemos la suerte de contar con Alexandre, el fundador de TEMO y también un distinguido navegante. Por lo tanto, es bastante normal que se ponga el sombrero de capitán y haga de patrón en un día como este. Eso nos permitió aprovechar al máximo la intimidad de nuestro equipo y poner a prueba las habilidades directivas y educativas de nuestro capitán. ;-)

IHay que decir que, en nuestro pequeño equipo de 4 personas, ¡no todos somos unos “labos de mar” ! Y entre el equipo se encontraba Louise, la última incorporación a TEMO, que estaba a punto de subirse a un velero por primera vez (¡el suspense, en pleno apogeo!).

Entonces, ¿cuáles son las mejores ideas a seguir cuando te haces a la mar con marineros novatos ? Uno de los primeros consejos que podemos darle es, obviamente :

1) Consultar las condiciones meteorológicas. 

El capitán es aventurero... ¡pero no temerario! Es responsable de la seguridad de su tripulación y, por lo tanto, debe estar atento a todo:  estudiar las mareas y el viento y dirigir del rumbo de navegación.

Tenemos la suerte de disfrutar de un buen tiempo con viento suficiente para divertirnos y hacer toda la travesía a vela (entre 12 y 15 nudos). ¡Es ideal! 

Las primeras preguntas de Louise no se hicieron esperar: “¿Qué hay a bordo del barco? ¿Qué tengo que llevar?"

2) Preparar bien la bolsa

Lo necesario para navegar un día se prepara rápidamente :

- una mochila cómoda : ¡evitemos maletas grandes en espacios limitado!

- Crema solar y gafas de sol : aunque estemos en octubre, el sol se refleja particularmente bien en el agua, así que siempre hay que protegerse.

- un buen cortavientos, un suéter grande, una bufanda y un gorro : quien dice vela, dice viento (¡o eso esperamos!).

- Ropa cómoda para realizar todas las maniobras a gusto.

- Buen calzado que no resbale con facilidad.  

- Ropa de repuesto : nadie está a salvo de mojarse un poquito…¡o calarse hasta los huesos!.

- Un botiquín con los elementos esenciales. Que no se le olvide la “estrella invitada” de todo viaje: un medicamento antimareos (de hecho, es imposible saber antes de partir si uno es propenso a marearse en el mar, así que tome todas las precauciones porque, de lo contrario, ¡el día puede volverse muy largo!)

¿Y por qué se produce el mareo? ¿Lo sabe?

Para superarlo, le recomendamos comer y beber bien a bordo. 

Así que toca hacer una parada de avituallamiento antes de partir. Vamos a la panadería y al supermercado para poder hacernos unos bocadillos. También nos vendrá bien un termo de café y que todo el mundo lleve suficiente agua en las cantimploras para no quedarnos secos en el mar.

Aquí estamos en el pontón, impacientes por tomar posesión del barco.

La tripulación sube y, tras la presentación técnica del barco por parte de la empresa de alquiler (prueba de radio y revisión de todos los equipamientos), nuestro capitán nos detalla sin más dilación el programa del día, prestando especial atención a la seguridad a bordo.

  3) Realizar el briefing de navegación

Si ha estado alguna vez en un barco, hay algunos conceptos básicos esenciales:

- Cuál será el itinerario de navegación : saquemos el mapa y estudiémoslo juntos.

- Dónde sentarse con seguridad y cuáles son las zonas peligrosas. En caso de rotura en el casco, un barco se puede hundir tan rápido...

- Dónde están los chalecos salvavidas

- Y qué podemos y no podemos hacer a bordo.

¡Eso es todo, ya estamos listos para zarpar! Louise ya está “en faena”, pero... ¿qué es un amarre?  

4) Hablar el mismo idioma  

Al salir con principiantes, se recomienda echar un breve repaso al vocabulario a utilizar a bordo. (¡caza la driza y amarra los cabos! ¿Lo cualo?)  Un léxico que puede parecer ininteligible para un principiante pero que disfrutará descubriendo. Algunos ejemplos :

- Un Cabo = una cuerda

- Una defensa = una boya de protección

- El timón = lo que permite al patrón dirigir el barco (¡el volante, vaya!)

En definitiva... lo básico para entendernos.

Ahora que lo tenemos claro ¡levemos anclas ! Cada uno en su puesto: Henri a babor, Justine a estribor, Louise al frente del barco y Alexandre al timón. Hacer el trabajo en equipo de buenas maneras permite que todos se sientan útiles en el barco

5) Explique a sus invitados cómo pueden ayudar con las maniobras. 

No olvidemos la importancia de advertir a la tripulación de los peligros de la mar : manos, pies o piernas nunca pueden reemplazar a las defensas y siempre hay que tener cuidado de moverse manteniendo una mano para uno mismo y la otra en el barco. 

NDejamos el puerto de Crouesty sin incidentes. Alexandre, como un verdadero director de orquesta, dirige a la tripulación con mano maestra y siempre con total diplomacia. ¡Y no nos olvidemos del disfrute, ante todo ! 

Se nota la falta de experiencia, pero, en general, los marineros lo están haciendo de maravilla. 

Y no tardamos nada en hacer ondear el SPI (¿el qué? ¡El spinnaker, por supuesto! La vela que se iza en un velero cuando sopla el viento desde la popa del barco).

Aquí estamos virando a gran velocidad en las tranquilas aguas del Golfo de Morbihan. En esta época del año, da la impresión de estar solos en el mundo.

LEl rumbo está fijado para la isla de Houat y tenemos tiempo para tomar café, charlar e incluso disfrutar de varias partidas de un juego de dados (¡al que pierda lo pasaremos por la quilla!)

ADespués de hora y media de navegación, ¡tierra a la vista! Hemos planeado fondear en la playa principal de Houat e ir a almorzar a la isla. Para ello, preparamos otras maniobras a realizar juntos y hacer escala : unos se ocupan del ancla y otros preparan el bote.  

EL bote de este pequeño barco ligero nos permite alcanzar la costa cuando estamos anclados. La distancia entre el barco y la orilla es considerable, pero podemos contar con la ayuda de TEMO, nuestro motor eléctrico portátil.​ 

Compacto y ligero, no ocupa apenas espacio y su hora de autonomía nos permite llegar de sobra a la orilla y luego de vuelta al barco al final del viaje.

Nos ponemos nuestros chalecos salvavidas, imprescindibles incluso en los trayectos más cortos, y llegamos a la gran playa de Houat en pocos minutos.

La isla es una auténtica maravilla. Salvaje y natural. Nos damos el gusto de comer en un restaurante para luego disfrutar de un largo y bonito paseo por la costa.

A las 14:30 hay que pensar en volver a casa. El bote nos espera tranquilamente en la playa. Y ya estamos de vuelta a bordo, impulsados eficientemente por nuestro TEMO.

¿Qué habíamos dicho sobre el perdedor del juego? Eso es... ¡es hora del chapuzón para los más valientes! Hay que tener cuidado de humedecer bien el cuello y el cuerpo antes del gran salto (por el choque térmico) y disfrutar del último baño del año. Afortunadamente el sol nos acompañará en todo el resto de la travesía. 

Tenemos tiempo para navegar, para descansar y para disfrutar plenamente.

Algunos giros de cabrestante, tres trasluchadas y unas cuantas olas más tarde, aparecen ante nosotros las tranquilas aguas del puerto de Crouesty.

Sacamos las defensas para un amarre lento y suave. Vaciamos el bote y lo enjuagamos para los afortunados que partirán al día siguiente.

Aquí desembarcamos después de un día de lo más plácido dirigido por la mejor tripulación del mundo (en palabras del capitán). Louise está encantada con su bautismo de vela y todos salimos como nuevos gracias al aire yodado de este fabuloso paseo.
 

Y es que esto también forma parte de la enseñanza a los principiantes :

6)Transmitir el placer de la navegación y la pasión por navegar.

Bueno... todo lo que nos queda ahora es lidiar con el puñetero mareo de tierra…!

¡En fin! Una semana termina y pronto nos volveremos a ver.

El equipo de TEMO (de izquierda a derecha: Alexandre, Louise, Justine y Henri).

Descubra el vídeo resumen de este día en la página de Instagram de TEMO France